Contratación de obra en proyectos inmobiliarios: previsión jurídica como escudo financiero
- Axel Estrada Medina

- 1 ago
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 12 ago

Uno de los errores más comunes en el desarrollo de proyectos inmobiliarios es adoptar una política de contratación laxa al momento de integrar contratistas a la obra. Esta omisión puede traducirse en una serie de riesgos que afectan no solo la calidad y puntualidad del proyecto, sino que también repercuten directamente en su costo y en el rendimiento ofrecido a los inversionistas. La prevención debe comenzar desde el contrato de obra, el cual debe ser más que un marco técnico; debe funcionar como un instrumento de control, responsabilidad y blindaje legal.
Un contrato bien estructurado debe contemplar, entre otros elementos esenciales, la obligación del contratista de indemnizar por daños y perjuicios cuando haya negligencia, impericia o dolo. Este tipo de previsiones no solo buscan asignar responsabilidades, sino proteger financieramente al desarrollador frente a posibles incumplimientos que afecten la ejecución del proyecto. Además, es clave prever acciones correctivas en caso de desviaciones significativas en el cronograma de obra, considerando mecanismos de advertencia, penalizaciones y eventualmente, la terminación anticipada del contrato.
La figura del take over, acompañada de la posibilidad de designar un warm up contractor, es otra herramienta útil en estos casos. Esta opción debe ir acompañada de la previsión legal para retener estimaciones pendientes y compensar con ellas los costos derivados del reemplazo del contratista original. Esto es particularmente importante considerando que cualquier elongación significativa del cronograma no solo afecta la entrega, sino que incrementa el costo financiero del proyecto, afectando de forma directa el rendimiento para los inversionistas. Es indispensable analizar estas situaciones con una visión integral que combine la gestión operativa, legal y financiera.
Además de anticipar riesgos y establecer medidas de mitigación, un buen contrato de obra fortalece la postura del cliente al momento de negociar. No se trata únicamente de prevenir el juicio, sino de tener herramientas claras que faciliten resolver controversias con fundamentos contractuales sólidos. Esto mejora la capacidad de reacción ante imprevistos y genera mayor confianza en el manejo del proyecto frente a aliados estratégicos, financieros y clientes finales.
En Newlex contamos con amplia experiencia en la estructuración de contratos de obra con enfoque preventivo y estratégico. También hemos acompañado a desarrolladores en la negociación de soluciones ante controversias con contratistas, ayudando a resolver disputas sin necesidad de llegar a juicio. Nuestro objetivo es proteger la viabilidad y rentabilidad del proyecto mediante estructuras contractuales claras, equilibradas y eficaces.




